viernes, 25 de diciembre de 2009
Aves blancas
martes, 22 de diciembre de 2009
De nabos a coles
Se preguntarán: ¿y ahora este zoquete diabólico que nos mostrará?
Pues, yo les digo, no es nada diabólico =). Si quieren clasificarlo dentro de un género, podría ser thriller.
Se llama De Nabos a Coles.
¿Y porqué se llama así?
Cuando lo veas, asumiré que analizarás la analogía entre el significado de la expresión y la historia.
¿De qué se trata?
Míralo, pues, apenas dura un minuto siete segundos (1:07)
¿Me va a gustar?
Tampoco espero que te guste.
¡Me parece un corto pendejo!
Ya pues, coméntalo y explícate porqué.
¿De dónde surgió la idea?
Pues, era un deber de Composición Audiovisual para la universidad. Era un ejercicio del eje de miradas, aunque realmente había otro personaje más, pero no lo pude conseguir =(
¡Me parece muy simbólico el hecho de que cuando ella está caminando hacia las escaleras, pasa de la luz a las sombras, es parecido al hecho de que pasa de la vida a la muerte!
Sí, ¡qué bueno que te hayas dado cuenta! Lo mismo digo.
¡Oye, pero se ve clarito una mano que está grabando!
¿Y? Toda película y corto tiene errores terribles, aunque no tan tremendo como ése.
¡Me gustó más la canción que tu huevada de corto! ¿Cómo se llama?
Ashielf Pi - E. S. Posthumus
Ahora, YO te tengo una pregunta:
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Dios está en los infiernos
sin alguien que nos limita la vida.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Desenfocado
Desenfocado es el segundo cortometraje en el cual Raphael Serba de Balange participa bajo el seudónimo de "Miguel Salas", un horrible nombre a mi percepción y opinión.
Éste fue el examen de la materia Taller de Ficción I.
Sinopsis: Un muchacho entra con su madre al primer día de clases. Luego de matricularse, tiene 15 minutos para llegar a su primera clase o quedarse afuera. Corre para buscarla, pero no la encuentra. Una chica le toma venganza por haberla hecho caer accidentalmente y eso no lo ayuda a encontrar su clase. ¿La encontrará después de todo?
NOTA: Nunca están de más los comentarios =) jeje
Hay problemas con el sonido.
Duró tres semanas aproximadamente el rodaje. Un día domingo fueron a grabar a la universidad por eso algunas lugares no se ve NADIE. Cuando se le cae la hoja en las escaleras, no fue accidental. Fue a propósito ¬¬.
Cuando el protagonista entra a la cancha: DEFINITIVAMENTE SE PARECE A MR. BEAN. También cuando, casi al final, se acerca al vidrio y pega la nariz y luego con la mano lo limpia.
Para la desgracia en la post-producción, no se pudo poner los nombres de los extras, porque nunca se les ocurrió pedirlos, pero SE LES AGRADECE INFINITAMENTE. =)
Hay un error de continuidad: cuando él sube las escaleras no hay nadie. Pero en plano cenital está el conserje limpiando las escaleras.
martes, 27 de octubre de 2009
SILENCIO
Errores de continuidad
Hay errores de continuidad claramente visibles. El primero es cuando la hermana le echa agua: la mano derecha de Él esta hacia la cama superior; y en el contraplano la misma mano está hacia el cuerpo de él.
Otros errores son las posiciones de Él en la cama; varia a lo largo del cortometraje. Principalmente al final, cuando hace un acercamiento al rostro de Él, y está en plena cama. Y cuando el malo lo cubre, su cabeza está fuera de la cama.
Cuando él pregunta "¿Quién va a ser mi esposa?", su cabeza está hacia su lado derecho, pero en contraplano, aparece en el centro de su cuerpo.
Uno más es en la secuencia de la mujer con la manzana. Cuando muestra por primera vez está la posición de la mano de una forma. Pero cuando hace el acercamiento, la mano está en otra posición.
(Si encuentran algún otro, lo cual dudo, pueden escribirlo también para publicarlo aquí mismo)
Espero que hayan entendido la historia..., que eso también puede ser un punto de comentario.
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Datos curiosos del rodaje
Otro error fue en producción: conseguir extras. Nunca llegaron, porque no podían u otras razones personales.
Moraleja: con bajo presupuesto, disminuyan cantidad de personajes.
Es necesario la colocaciòn de comentarios sobre este cortometraje para el propio mejoramiento de la capacidad del autor. Por favor, eviten esos comentarios ignorantes y sin argumentos de: "si me gustó" o "no me gustó". Es preferible: "me gustó esta parte por tal y tal razón" o "Me pareció interesante el concepto de...".
¿Cómo pones un comentario? Pues haces clic donde dice (más abajito) 0 comentarios.
Gracias de antemano
Lo he puesto aquí también por si acaso no quieran descargarlo. Pero es recomendable verlo en pantalla completa. jeje Lástima que aún Blogger Video no ponga eso como opción en su reproductor.
Please, leave comments, and avoid those one kinda: "i did like it" or "its disgusting". I prefer those kinda: "it was interesting the part where.." or "I didnt like this, because bla bla bla..."
Thanks
Cast
Jaime Palomino - D´Alessandro
Juan Palomino - D´Alessandro
Jonathan Samuel Helao - El Evil
Melanie Onofre - La hermana de D´Alessandro
Ana Luzuriaga - La novia de D´Alessandro
Miguel Luna - El amigo de D´Alessandro
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miércoles, 30 de septiembre de 2009
No les he contado sobre John
Y aunque no hay árboles, hay pajaritos. Hay muchos que yo sepa y conozca. Hay gorriones, golondrinas, las famosas palomas que cagan (en los carros, en las personas, en las estatuas, en las casas, etc), pajaros amarillos, azules y rojos (cuyos nombres desconozco), cuervos obviamente (donde hay lo bueno, tiene que haber lo malo), y muchas especies más (que en realidad no he visto, pero sé que existen), pero una en particular, cuyo nombre no sé, me atrae.
Es una especie, que en las tardes, entre las cinco y las siete de la tarde-noche, vuelan en lo alto, de norte a sur, como en una caravana. Es un ritual de crespúsculo. Y en las mañanas no vuelan hacia el norte, por lo cual, no sé como llegan allá. Bueno, de hecho no me he levantado tan temprano para verlos. Pero sobre las casas vuelan infinitamente. No sé sabe cómo es que hay tantas. Pero siguen volando. Y llega un momento en que ya van a terminar de volar, pero siguen volando, más y más. Y solo vuelan, porque nunca las he visto detenerse en lo más mínimo. Bueno, tampoco podrían. No hay árbol verde donde posar. Y parece que cometen un grave error: nunca vuelan en V. Por eso, se ve algunos pajaritos haciendo un esfuerzo por volar rápido y fuerte. ¡Pobres! ¿Cuándo aprenderán a volar en V?
Creo que vuelan y vuelan sin parar, porque no encuentran un árbol donde detenerse en esta ciudad de mierda. Cuando los pájaros migran, y ven esta ciudad, pasan de largo, porque ya saben que no hay dónde detenerse a disfrutar la "vista" ni el hermoso atardecer anarajando y gris contaminado. O ver a las personas insultándose unas a otras, como buenos ciudadanos que son, lógicamente.
Y como yo soy un anormal, muy anormal por cierto: tengo un jardín en mi casa. Creo que el Muy Ilustre Municipio va a mandar a los de sanidad a mi casa, para destruir el jardín que tengo. El humilde jardín con fundas plásticas, comida no terminada, porque la gente lo deja ahí. ¿Porqué? Es más que obvio que odian los jardínes y plantas, porque aman el cemento. Alaban al cemento. Sus dioses están hecho de cemento. Los altares, las ostias, el agua bendita. ¡Todo de cemento! Sólo les falta cagar cemento.
En este jardín (espero que no sea el único) hay muchas plantas, varias más que nada. Bueno, yo no puse el jardín, sino mi mamá. Hay florecitas amarillas, tulipanes, orquídeas y otras medias raras, cuyos nombres son desconocidos para mí. Y yo suelo ir al jardín (porque al parque no quiero ir) a sentarme y leer. Leer El perfume, Cien años de soledad, La cantante calva, Madame Bovary, La Iliada, El extranjero, La virgen de los Sicarios, La puta de Babilonia, Seda, Moliére, Julio Cortazár, Edgar Allan Poe, Baudelaire, Bukowsky, todo menos la biblia. Y un día cuando leía Rayuela por tercera vez, sentí un fuerte golpe en la nuca. Me viré a ver: era uno de esos pajaritos negros que vuelan en un viaje infinito. Estaba parado en mi hombro, viendome atentamente. Viendo cómo yo leía:
Y cerré el libro. Y yo emocionado lo vi. Nunca había visto uno así de cerca. Era un sueño: tener de cerca lo inalcanzable. Lo aprecié en detalle. Le vi la forma del pico. Le vi las alas. Analicé el movimiento de su cuello. No sólo vi su mirada, sino también sus ojos. Vi sus patitas grises y chiquitas. Sus garras. Sus plumas negras. Pero... este pájaro era diferente. Tenía una pluma blanca en su pecho. ¿Será que el cemento afectó su crecimiento? No sé. Pero era diferente a los demás pajaritos. No sólo por su pluma blanca, sino porque era el único que bajaba a mi jardín. Bueno, no era mío, era de mi mamá.Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Pasó por las flores amarillas, y las picó. Se posó en uno de los árboles e hizo un paneo general de todo lo que había. Y yo lo seguía viendo. Detallando cada movimiento. Estaba como en una laguna mental. Para mi suerte, recuerdo todo de aquel momento. Y de pronto, como si lo hubieran llamado, levantó las alzas, saltó al aire, y se fue al sur, donde todos iban.
No lo vi, mucho tiempo después. No sabía porqué no había vuelto. Así que, pensé en una esperanza, y regresé a la pagína que estaba leyendo de Rayuela. Volvió a aparecer aquel pajarito. Y como ridículo y adefecioso que soy, le quise poner nombre, y no un nombre científico (que ellos también son ridículos y adefeciosos), así que le vi lo privado y concluí: era macho. Bueno... pensé en un nombre... Mejor fui a ver el diccionario de nombres (uno que yo tengo), y abrí el libro al azar. El primer nombre que vi le puse: John. Ese libro de nombres adefeciosos: ¡poner nombres en inglés en un diccionario en español!
Y siempre pongo aquella página para apreciar al único pajarito que posa tierra en una ciudad tan mierdosa como esta en la que vivo y de la cual les estoy contando.
Me gusta cuando me picotea. No es doloroso, sino que me da cosquillas, y sonrío porque no lo hace con salvajismo, sino como un llamado de atención. Y me picotea en la nuca, en el cuello, en la oreja, a veces en la espalda, y muy pocas en la pierna. Ha llegado a jalarme el cabello, ¡quién sabe pensando que es paja para su nido! Y yo le daba pan: para que no se fuera. Fue sin duda, una amistad de verdaderos animales.
Ya se imaginarán: todo esto sucede al atardecer, cuando los pájaritos estos vuelan al sur, a donde nadie los espera, donde nadie los ha llamado, donde la muerte los abrazará.
Llegué a querer tanto a John, que lo quise como mi mascota, como a mi perra Betina, como a mi perro Nico. ¡Ay, mi perra Betina! Cuando yo salía a comprar a la tienda de cemento, ella iba detrás mío, ¡siempre! mientras los otros perros la seguían con sus penes rosados y puntiagudos. Cuando paseaba a Nico (abreviatura de Nicolás) se meaba en todo objeto que veía, incluyendo mi pierna. John... siempre me picoteaba. Y era muy chistoso. Eran atardeceres, los cuales no se pueden olvidar. Ni con Alzheimer. Están ahí, y ahí se quedarán, porque eso fue lo único de verdad. Para mí suerte, estos recuerdos no eran de cemento.
No comprenderán el coraje que tuve cuando no encontré mi libro Rayuela encima del escritorio, al lado de la torre de cuadernos, en cuya falda hay plumas, lapices y utencilios desordenados. No lo encontré. No apareció. Ni mi libro, ni John. Compré otro, para tener esa página. Pero John nunca apareció. No volvió a picotearme. Y nunca ningún pájaro aterrizó en mi jardín. ¡Pájaros idiotas! ¿Cuándo aprenderán?
No volví a salir al jardín. Y volví a leer Cien años de soledad acostado en mi cama. Es más, ya no había razón por la cual debía salir al jardín. Igual, ya lo habían convertido en cemento, gracias a alguna vecina chismosa, o envidiosa de que yo fuera feliz en un jardín, jugando con un pajarito negro en cuyo pecho había una pluma blanca: con John.
La ciudad siguió siendo una mierda en tierra, con un bello cielo atestado de pajaritos negros, que tienen la esperanza de que crezca un árbol en medio de la mierda. Hasta mientras, sólo les queda detenerse en los cables de cemento que cuelgan entres postes de cemento para iluminar a la gente de cemento, que nunca vio a un pajarito negro posarse en un jardín, y peor aún con una pluma blanca en el pecho.
miércoles, 15 de julio de 2009
Poema L
Nubes en el cielo, desapareced:
sus formas es el regalo que me dio.
Césped creciente, morid:
ay, un día, ahí, nos dormimos,
aves sopranos, anunciad:
el inico de la desgracia.
Vuelan imágenes desesperadas
en la tierra desconocida
de una mente, árida y vacía.
Tu recuerdo en presencia excede,
mientras existes en la ausencia,
y pensar para no pensar,
continuo pensando más.
Tu recuerdo de mí abusa
mas tu existencia escapa.
Huyo y a la vez persigo
ese espontáneo momento
del beso exagerado,
del tierno regalo:
un globo, una flor,
un paseo por el lago.
En la calle, un abrazo,
a la familia, presentados,
en el colegio, escondidos,
es la ilusión de una llamada:
mi espera eternizada
en el olvido consumado
por volátiles miradas.
Busco una respuesta en el rincón
de los objetos, perdidos en el tiempo
y sin más razón que el mortal silencio
encuentro la lágrima caída
abandonada, y sumergida en el dolor
de las grandiosas víctimas
postradas, arrodilladas, sumisas
ante la orden superior para huir
del presente y sus continuas mentiras.
No logrará más que condenarme
a nadar en la tormentosa ría
de recuerdos sofocantes (y admirables),
de recuerdos asesinos (en serie),
pero que le dan luz a mi alma,
una lejana y distante esperanza
de que a mis brazos volverás
y permanecerás... que nunca te irás
Ay, esos labios,
en mi mente, inmortales, aún
de mi lado h uyeron, por siempre
hacia donde no hay lugar,
y no por propia decisión
más por obligación.
Sin aviso de huida.
Sin aviso de retorno.
Pero te esperaré...
porque sé lo demasiado,
lo suficient e como para enamorarte
las veces necesarias y demás,
lo demasiado para chantajearte,
lo exagerado para ser tú mismo,
lo abundante para no olvidarte:
ni antes, ni ahora, ni en el fin,
y no me iré, y no moriré
sin saber lo mínimo posible
de ti.
Aunque los perros ladren, no te irás.
Aunque las flores mueran, te quedarás.
Aunque los ángeles pequen, me besarás.
Me matarás en deseo y placer.
Yo tan sólo diré ante ti:
"Haced de mí lo que necesario fuere."
Y saber de ti, tanto, me atormenta
y no saber de ti: tu lugar
me atormenta y me destruye aún más.
me tortura, me asesina, me mata,
me grita y me insulta,
me sofoca.
Lo único que puedo hacer y hago
es ensimismarme y sufrir,
sufrir en lo dentro de mí
y sonreír para afuera.
Y en el hombro del amable,
no he de demostrar
la sensibilidad de mis ojos,
sino con el dedo apuntar
al culpable
y odiarlo, repudiarlo,
pero ningún verbo
satisfacerá expresar,
el odio que siento.
Ay... ay de su odio.
Pero más, ah, de mi amor,
¡tanto amor!
que fue separado
y destruido
luego arreglado
y destruido
sin ser vuelto a reparar.
¡Ah!, ese odio
al fin muerto
en el más allá
por lo desconocido,
¿Justo?
¡Justo!
Justa la muerte
No te dejaré ir
al menos de mi recuerdo
eso lo sé.
Ni la muerte, ni la vida
se llevarán tu alma
porque me perteneces
desde, y para siempre.
¿Me entiendes?
¡Para siempre!
lunes, 18 de mayo de 2009
Muestra Fotográfica
He visto el expresionismo de E. Munch en "El Grito":
Y decidí hacer una parecida:
Se nota una boca muy grande, debido a lo que soy muy laviudo! jeje. Bueno, obviamente esa foto tiene algunos errores estéticos (por ejemplo, el peso de colores está desequilibrado ya que hay más "negro" del lado derecho, y no hay elemento que lo equilibre el lado izquierdo).
Pero el concepto expresionista y experimental de esta fotografía es aplicable a otras situaciones sociales, por lo cual este grito o cara de desesperación debe de estar acompañado de un fondo que le dé contexto (ya sea social, político o económico). De esta manera se logrará una muestra fotográfica con diferentes momentos y tipos de edición. Pero para alcanzar este objetivo, se requiere:
- Modelos, dispuestos a expresar en sus rostros la desesperación de diversas situaciones (una situación para modelo =P). No importa, edad, sexo o sex appeal. Es obligación del fotógrafo captar el lado bello de la persona, y no obligación de la persona ser bella.
Avisadme si estáis interesado. Podéis escribir a: docaar@hotmail.com, o también dejar un comment con tu mail ;)
Algunos ejemplos que en mente tengo son:
- Una persona con expresión desesperada y al fondo hay árboles rojos (luego editado). Así es como ven los daltónicos los árboles.
- Una expresión semejante, pero que tiene que diferir de las demás con el fondo del Congreso o M.I. Municipalidad.
- Un grito con fondo de demasiados cables y señalización de tránsito (alguna esquina de guayaquil)
- Un grito afuera de una iglesia.
- Obviamente se me ocurrirán a medida que siga tomando fotos.
- Si tenéis alguna idea, podéis compartirla, y si deséais, apareceréis en alguna foto.
- [Tengo la ligera impresión de que estos ejemplos son mediocres y muy simples, pero creo que la idea/concepto de la muestra podría ser factible y tal vez impresionante]
Cada grito, o expresión de desesperación es como alguna especie de reclamo hacia el objeto, lugar o persona que esté en el fondo (como segundo plano).
Y la pregunta del millón: ¿Dónde saldrán estas fotos? Pues desearía que aparecieran en el MAAC o en la Sala de la M.I. Municipalidad de Guayaquil. Pero hasta mientras, las presentaré en este blog, como único lugar legal. =P
sábado, 18 de abril de 2009
Satanas Noster
de los malagradecidos por naturaleza.
convoca la perversión interna,
llama a los santos demonios
y que tu garra nos guíe por
el vuestro perdido camino,
que en la vida es correcto.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Credo de Satanás
los diablos todopoderosos,
la Demoníaca y Santìsima Trinidad
destructores del cielo pecador y de la tierra santa.
Creo en su único hijo, nuestro amo,
que fue concebido por obra y gracia
del espíritu órgico; nació de la mujer
que por existencia sería hetaira;
esclavizó a todos, desde Poncio Pilatos,
antes y después: desde el principio,
durante la presencia y en el destino,
fue alabado, endiosado y magnificado,
resucitó de entre los muertos,
para morir de entre los vivos;
bajó a los infiernos, el erebo,
y está sentado a la siniestra
de Satán, el diablo todopoderoso,
y desde allí ha de venir a juzgar,
a los pobres, a los muertos,
a los justos y a los felices,
a los santos y a los honestos.
Creo en el espiritu órguico,
la fuerza satánica, fluido
de mis venas sangrientas,
el alma de los malévolos,
en el rencor de los viles,
la maldad putrefacta y amarga
concentrada en el alma,
en la muerte y la condena
de los felices en tiempo,
y en el fuego abrasador eterno.
Satén.
viernes, 2 de enero de 2009
Poema vii
No quiero un beso tuyo más,
aunque no me hagan ningún mal,
sino al contrario, una satisfacción
y un deseo de realización,
al cual no me puedo negar
por más que yo quiera.
Es la carne que llama
y la mente que evade.
Mi piel subordinada
a tu ley obedece
por el tacto innegable
del tesoro escondido.
Tu mirada de vampiro
roba mi voluntad
de negarme antes tus besos,
esos labios, orgien de mi pasión
que me dejan conocer el paraíso
con luna creciente y
oscuridad inmediata.
En silencio, tus besos llegan
con extrañeza, con prudencia,
con sigilo, con violencia,
con precisión e incertidumbre.
A pesar de tus besos
tan llenos de mi necesidad.
A pesar de eso y de todo,
aún así no los quiero
ni a ti, ni a tus besos,
aunque me den vida,
la cual había perdido
días previos a tu existencia
por alguien de astucia malévola.
No quiero tus besos,
llenos de naturales metáforas
y de pasión interna.
Tus besos, ay, tus besos,
grandiosos, magníficos,
dáselos a quién quieras
y a quiern quiera de tus besos
un tiempo corto probar.
No, ya te dije, no más de tus besos,
aunque por naturaleza quiera.
Sin embargo, una vez más,
no haría ningún mal,
sino al contrario, da felicidad,
pero luego del beso, cojes y te vas.
No te quiero aquí jamás,
ni a ti, ni a tus besos,
ay, tus besos, tan admirables
tan desesables, con pasión y vida,
sin sonreír, sin amor, sin paz,
porque algún familiar puede llegar,
y yo, como siempre, como hoy
me tendré que ir, solo, solo sin ti.
Y así no te veré más
a ti
y no tendré jamás
tus besos,
aunque me haga mal
(ahora)
sé que me hará bien
(siempre)
Tus besos, ay, tus besos.