martes, 30 de septiembre de 2008

Poema iv


El muchacho en la ventana,

descifrando a quien más amaba,
entregaba su vida al alba,
o al ser de nombre, Ana.

El muchacho en la ventana
le dedicó los más grandes versos.

No tuvo sino una vida
para entregarla a sus manos.

Pero la maldita felicidad
es tan sólo unilateral,
por el amor y su causal
dirigióse, él, a la eternidad.

Ella, en su única razón
vio al muchacho en la ventana
gritando al cielo y viento: "Ana",
pero jamás le entregó su corazón.

¿Pobre de ella?¡Pobre de él!
que alguien lo ampare
que alguien lo abraze,
pero que no sea el suelo, eh.

Y en (ella) sus claros pies,
en la mañana de Febrero
un cuerpo varonil, triste cayó
en espera que de ella lo ame.

No hubo pena en (ella) su corazón,
porque el otro, su amor, hablóle,
"tranquila, eh, ya le llegó su muerte,
y no hubo quien lo detuviese"
cuando en sus pies el amor desangró.


Quizás ella se arrepintió,
pero el beso ajeno y extranjero
de quien sería su eterno amor,
la hizo olvidar por completo
del muchacho en la ventana,
que por siempre amó en un gueto
a la belleza encarnada, Ana.





martes, 9 de septiembre de 2008

Intridicción a "Poemas al amor no recíproco"


Y dios abrió la boca:


“Los ricos serán ricos

Y los pobres, explotados.”


Y Dios cerró la boca:

Los pobres son humildes.

(Porque no cuestionan el poder,

Son brutos, sin educación,

Ni salud, ni alimentación.

Los ricos no deben darles

Privilegios algunos, porque

Su puesto se vería en peligro.

Mejor es callarlos con

Algún bono o regalo

Y se mantendrán callados.

Yo digo: ricos, no distribuyan

Sus bienes que sus antepasados

Les robaron a los demás

Para dar como herencia a vosotros.

Ustedes dirán como discurso:

Pueblo, vean el presente y

Olviden el tormentoso pasado

Por un beneficioso futuro.

Obviamente, ricos, repetirán

Lo que en el pasado hicieron.

Y los pobres seguirán siendo pobres

Sin darse cuenta, lo peor de todo.)

Y por ser humildes es que los amo.

(Su humildad no los deja pensar,

No los deja cuestionar el poder.

Eso no es más beneficioso, sino

A aquellos que mandan y ordenan,

Por ejemplo, reyes, jefes y presidentes.

Y le conviene a quien más poder

Sobres las demás bestias tenga:

Lo obvio de lo cierto: a mí.)

Y en consecuencia, no los abandonaré.

(Con esta afirmación

Que en verdad es mentira,

Ellos celebrarán una fiesta eterna

Con eternos obsequios hacia mí,

Que en verdad es mentira,

Porque son para ustedes, todo.

Mientras más lo repitan,

Su convencimiento crecerña

Hasta no más, sino explotar.

Los harán trabajar en extremo

Y lo que ellos obtengan,

Se los pedirán como ofrenda

Hacía mí, su Dios Todopoderoso

Que en verdad es mentira,

Porque son para ustedes, todo.

Y ellos, endeudados, trabajarán más

Para ofrecer más hacía mí

Que en verdad es mentira,

Porque son para ustedes, todo

Y así poder salvarse e ir al cielo,

El cual sabemos no existe.

Y ustedes serán mis predicadores.)

Y jamás los abandonaré.

(Si es lo primero que voy a hacer:

Si van a la guerra,

Que se mueran los pobres.

Los harán soldados,

Morirán todos, pero ustedes no.

Dirán como justificación mía:

Que los amo a todos, y observo,

Pero no participaré en nada,

Que yo, todo lo permito.

Como a nadie ellos cuestionan,

No verán que ya los abandoné.)

Y no olviden que los amo.”

(Ay, las cosas que uno

Tiene, obligado, que decir,

Para que otros idiotas a uno

Sin preguntar le crean.)


Y Dios cerró la boca,

Y se cruzó de brazos.