jueves, 17 de mayo de 2012

Ce


Y en esta rayuela sin sentido, Él no nos mira por encima del hombro. Nos mira por encima del pie. ¿Su nombre? Carlos Ezequiel. Sí, el único ser libre, que al ver la desgracia, es impávido. ¿Razón? No es susceptible a adulaciones, y más aún a ruegos, oraciones y plegarias, o cualquiera de sus variaciones humanas. ¿Objetivo? Ser ese cero a la izquierda. Ante la ruina, “permite”. Ante el milagro, “atribuirle”. ¿Argumento? Doble discurso. Es Belzebú y Jehová en un solo cuerpo. Ni cuerpo. En un solo ser. Ni ser. En un solo estar. Porque algún día pasarán a formar parte de la Mitología Humana; allá entre Shiva, Cronos y Pazuzu. ¿Por qué? Por nada. Sí, esa maldita nada que los creó. Que nos creó. Que me creó. Que me creó una ilusión de algo mejor. No. Que me creo una ilusión de algo mejor. En esta rayuela sin sentido, él nos mira por encima de sus pies, que no han tocado tierra. Solo y sólo vive y permanece en aquel paraíso de sonrisas hipócritas de brillo celestial. Sí, habla de El sufrimiento, desde un asiento con hemorroides. Como ese periodista, aquel periodista, que habla de muertos, accidentes y tifones, desde un estudio, rodeado de graznel en contraluz, haciéndolo lucir glorioso y blanco. Lo que naturalmente, jamás ha sido. Y quizás, con ayuda, lo será. Sí, ese periodista. Enajenado. No, Carlos Ezequiel, no. Él es y está orgulloso de ser quien es. ¿Quién es, por cierto? Nadie. Sólo un momento de lluvia, que en esta tarde sin sentido, se me ocurrió escribir, sin café, sin –bar, sin París, sin français. Exacto, con esta rayuela, que vaga en mis ideas sin destindo. Como nube. Que tortura mi existencia. Mi nada. No habrá Carlos Ezequiel, ni por lo ser ni por lo estar, ni por lo Superior ni por lo Humano, ni por lo Carlos ni por lo Ezequiel, que me diga cómo saltar esta Rayuela. Yo elijo la Piedra. Yo elijo la Pierna. Y yo digo cuándo mi nada se volverá nada. Precisamente, soy un hijo de la grandísima Nada.

sábado, 17 de marzo de 2012

Ricky a través del espejo parafílico

Para mi hermano, que resultó ser una hermana más.

parafilia.

1. f. Psicol. Desviación sexual.

Pero una mejor defición sería: "variación de los gustos inherentes al acto sexual" 

Este cuento (corto o largo) fue creado con el objetivo de hablar sobre todas las parafilias, pero terminó hablando sobre algunos aspectos de la religión (o creencia) cristiana.



Ricky a través del espejo parafílico

Apto para lectolagnios.

 Autor: Raphael Serba de Balange

Alto contenido sexual y vulgar. Es de tu responsabilidad si descubres tu parafilia.


Se perdió la inteligencia intuitiva y el poco razonamiento impulsivo para volverse estúpido, en el preciso instante en que pudieron definir la diferencia entre la a y la e. Antes de eso, no se complicaban la existencia. No se andaban preguntando cositas para responderse que era "due to god".
"Obvio que sé lo que significa <>. Yo sé mucho inglés, porque estuve viviendo toda mi infancia en Suckmeistick. Y para demostrarte que es cierto, te daré un ejemplo: ¿cómo se dice ser en inglés? Pues verás, si le dices a un inglés que diga ser, lo dirá fonéticamente como /sзr/ (agrega considerar que la r inglesa es distinta a la española, morfológicamente). Si le dices que escriba lo que escucha, lo hará con i y no con e, quedando en inglés la palabra sir. Y la combinación –ir, tiende a sonar como e casi siempre, ejemplo thirty, girdle, mirth, kirk, thirsty, circumsised, skirled, skirmish, virgin, girls, y otras que no recuerdo. Ser y sir vienen a ser lo mismo. Una deriva de la otra. Auditivamente suenan igual, sólo que cada hablante lo adaptó a su idioma"
¿Dónde se fue esa inteligencia, añorada en el primer párrafo, dejando la otra nueva inteligencia reivindicada en el segundo?
Por eso, en el génesis, en el sexto día entre el versículo 26 y 27, su dios creó a Ricky. Claro que luego se arrepintió, pero ya era muy tarde para volverse humano y arrepentirse de sus actos (ahora que lo pienso, me pregunto si se confesaría, digo, por el pecado de haber creado a los humanos). Envió a Ricky, no a la mierda, pero a un lugar no-lugar. Algo así como el ser no-ser: "Yo soy lo que no soy" o "Yo soy el que no soy" o por último hasta el werdenicht.
¿Y para qué mandó ahí a Ricky? Por la misma razón que envió a su hijo al mundo: para nada, porque en la misma mierda seguimos (sólo que con más tecnología), antes o después de la Jota, o de la Ce, que lo mismo es. Entonces, entonces, entonces... Ricky apareció en lo alto de unas montañas sin ventisca, cubiertas de blanco, y no precisamente de nieve. Puso su mirada en el suelo y cogió un poco.
"Así que aquí ha sido donde las empresas espermofílicas obtienen su materia prima"
Y descendió, y descendió, no a los infiernos como otro, sino por las faldas de las sensuales piernas de las montañas, lampiñas, kilométricas y sin celulitis. Más que piernas, son los senos de la tierra. Redondos, puntiagudos, caídos, bajo el mar, bajo tierra, en constante crecimiento, firmes, o arcillosos. Con leche volcánica.
Siguió hasta poder decir "de la cima a la sima". Vio una caverna. Vio que anochecía. No vio que entró. Su estupidez lo hizo entrar. Observó que estaba tenuemente iluminado. Escuchaba voces, mejor dicho, gemidos. Al acercarse, escuchó mejor y eran balidos. Era, es y será una oveja gorda de lana, prendida en llama, con altas llamas, incendiando el suelo a muchos metros a su alrededor. Él pisó y no se quemó. Sus ojos azules oscuros lo vieron y se apagó, quedando en total o parcial oscuridad. Él se tapó por el susto pero al abrirlos, lentamente se empezó a iluminar azul un espejo frente a él. Cubría de pared a pared, de techo a suelo, sin dejarlo pasar. Reflejaba todo, menos a él. No seas ignorante, no era vampiro, porque no tenía colmillos, y sus ojos (sin iris ni pupilas) con retinas amarillo ocre en vez de blanca no cuenta.
Con paso prudente se acercó y lo tocó con la punta del dedo, ¿cuál dedo?, ¿pensabas el índice? ¡Idiota! ¡El meñique! El espejo movió ondas, como si fuera agua. Y sólo entonces tocó el espejo cinco veces casi al mismo tiempo en distintos lugares: se formaron dos mujeres penetrándose el vacío en alto relieve, que duró un pequeño lapso de coito antes de deshacerse.
Metió la mano y vio del otro lado del espejo, que un anillo le apareció en el índice. Al meter el otro brazo, le apareció un guante mallado. Sacó la mano, pero ya no lo tenía. Así que caminó hacia atrás, cerró los ojos y corrió. Y en el lugar donde terminó fue en el suelo, porque no pasó: tocó con el meñique y el dedo pasó. Lo sacó. Caminó lentamente:
"Primero la cabeza"
Y pasó.
"Ah, así que había que entrar suavemente"
Y vio que tenía una bufanda roja con el sobrante del lado derecho; un pantalón azul oscuro desteñido ajustado a la cadera; zapatos negros relucientes de zuela con polainas blancas de siete botones; camisa celeste; collar; y nada más. Vio atrás y no vio la cueva. Veía al espejo reflejando lo que estaba al frente suyo: un conjunto casi infinito de maniquíes en las posiciones más peculiares y bizarras. Había una mujer con las caderas hacia adelante suyo, y el torso hacia atrás, y la cabeza mirando hacia arriba. Ninguno/a en posición neutral. Un hombre piernas abiertas y la palma de su mano tocando totalmente el suelo. Los ojos de todos están abiertas, venosas, pero sin iris, sin pupilas. ¿Qué tienen de bizarro las posiciones? Son maniquíes contorsionistas desafiando los límites de lo posible. Todos están desnudos. No están alineados. Al azar. Cientos y cientos. No son estatuas, no son monumentos. Tampoco cera. Son de piel y pellejo. Todos parafílicos.
Había una que se estaba autocunnilingüeando. Había otro que estaba tatuado eróticamente. Se podía notar que a uno le habían aplicado la disciplina inglesa. Otras y otros tenían todo su cuerpo trasero spanked. Una estaba embarazada, con las piernas dobladas. Unos estaban dormidos. Había una mujer pegging, sin pareja. También habían algunos demostrando su fisicoculturismo (no les informaron que no hay concurso). Habían she-males. Habían tubos y mujeres guindadas ahí (unas porque habían estado bailando, y otras porque las iban a quemar). Había una que estaba con la pierna alzada formando una Te horizontal. Había otra que tenía una manzana en la vulva (Ricky pensó que era eva), y por curiosidad la apretó para que se meta más, y del suelo apareció otra manzana (había caído detrás de ella). No era la misma manzana. Había uno que tenía toda la uretra abierta, expandida. Habían otros que tenían la boca abierta, dislocándola como serpientes, o culebras, o boas, o reptiles escamosos sin extremidades. Había uno que había sido azotado en la espalda. No, no era el hijo de dios. Había otro que tenía la piel pixeleada como salido de película clásica, no remasterizada, sin ser vuelta a grabar en mejor definición. Habían unos que tenían vellos. Habían unas que tenían vellos en los pezones; otros en el glande. Sí, también habían lampiños. Habían penes sin glande; penes completos sin testículos; sin pene pero con testículos. Habían mujeres con senos sin pezones, venosos; con vagina sin labios mayores ni menores. Habían unas sin himen, otras con el himen colgándoles, y otras, esperando perder la virginidad se les deshizo el himen. Uno tenía el codo de tenista a puntae pajazo. Había una botulinonia, pero otra era tradicional y patriota, y usaba el pepino. Había uno con arañas en el cuerpo. Habían otras y otros con bondage. Habían con arrugas, sin ellas, con vellos púbicos canosos, sin ellos, con pies grandes, sin ellos, con menstruación, sin ella, con producción de semen, sin ello, con menopausia, sin ella, con diabetes, sin ella, con ojeras, sin ellas. Habían unas y unos esperando animales. No es raro que no haya zoofilia humana con gorilas (aunque de hecho sí lo hay. La desesperación es más ilimitada que Elquenové) Y habían algunas que habían sido penetradas por el ombligo. Había una, y sólo una que era romántica. Le habían dado un arco iris de besos, desde el negro hasta el verde, amarrillo y con sangre. Y así toda una variedad extendida hasta donde el foco del ojo se pierde.
Caminó entre la muchedumbre viendo los orificios, sorprendido ante el tamaño de las cosas. Muy sorprendido. Quiso probar, pero al estar a punto una gran estatua (de carne) del doble tamaño de un ser humano, se levantó de entre la gente, como si Venus fuera.
"Cuando te encuentre te lo meteré"
Él aplaudió y todas las estatuas se movieron a una nueva posición. Él se asustó y caminó rápido, alejándose de él. Intentó buscar el espejo para regresar, pero tantos maniquíes entre sí mismos no lo dejó encontrarlo (y si lo hubiese encontrado, se hubiese dado cuenta que no hubiera podido pasar, porque éste se habría tornado duro. Y hubiese llegado a la conclusión de que así era la vida. Una vez que uno pasa al otro lado, no hay forma de regresar: sólo de salir). Volvió a aplaudir. Se espantó, porque estaban formando un laberinto. Corría desesperado. Corría. Se movían. Corría. Evadía. Aplaudía. Se agachaba, se arrastraba. Corría. Aplaudía. Huía, se acercaba. Se caía, movía sus manos hacia él. Lo seguía, lo acosaba, le hablaba: gritaba, sudaba, temblaba. Aplaudía, lo encerraban, se estremecía. Veía, corría, imploraba. Se movían, se acercaban, reía. Se desesperaba, se excitaba, se movían. Aplaudió. Hasta que un hombre sin mirada viendo lo atrapó: lo sostuvo de los hombros, frente a frente. En la posición más barroca posible.
"Compláceme sexualmente, y te dejaré ir. Así que vomítame"
Se metió el dedo (no he dicho dónde), y vomitó sobre la estatua frente a él. El denso vómito viscoso, con adornos redondos, cafés y negros, y bilis, lo derritió (liberándolo), y siguió un camino huyendo. Se agrandaba la estatua. Llegó a los pies de la gran criatura que emitió un gran "oh" hacia el centro. Las luces que habían estado iluminando en contraluz se apagaron, quedando sólo la grande, quien se estaba sobando. Pasándose sus largas uñas por el torso hasta el pubis.
"Sí"
Le cayó en la cara a Ricky, y al limpiarse (porque había cerrado los ojos) vio globos caer desde el oscuro alto, en cuyo interior habían fetos, pero las propiedades del objeto seguían siendo inherentes al globo. Primero sonrió por fuera hasta que vio por dentro, poco a poco se fue llenando hasta lo alto de globos. Lo estaban apretando. Se estaban inflando solitos. Se llenó de llantos y pucheros, seguido de risas; una situación tan hipócrita. Se empezó a desesperar y ponerse rojo. Brotaban las venas de su cara. Escuchó que un globo se reventaba, pero él seguía apretado. Más globos se reventaban, pero él no era libre. Los globos lo levantaron. Aparecían risas de mujeres. Él seguía apretado. Las risas se acercaban, hasta que el globo que pisaba explotó y cayó para abajo (hay una gran diferencia con caer para arriba, como lo hizo alguien un domingo). Vio (porque él sólo ve, no observa) un grupo de mujeres danzando en círculo, cada una con un color: amarillo, verde, azul, violeta, rojo, naranja, alrededor de un globo central gris. Se lo frotaban por sus cuerpos desnudos (sin pupilas ni iris), por sus muslos, por sus senos, se sentaban en ellos. Reían, mientras disfrutaban. Fingían metérselos, quién sabe si para practicar el parto, o múltiples (mayor a diez) penetraciones simultáneas. Mientras giraban en círculo, aparecieron dos mujeres (al frente y atrás) de cada una de ellas. La que estaba al frente tenía un globo más claro, y la que estaba atrás un globo más oscuro: de la que estaba en medio. El globo central crecía. Giraban, danzaban, reían, corrían
Se empujaban, se los frotaban,
se miraban, se sonreían, se erizaban,
se compartían, se repartían, se dividían,
diecisiete. Empezaron entre ellas a explotarse los globos hasta desaparecer ellas con su objeto de posesión. Ricky al estar solo, con el globo central, vio que empezaba a tomar forma de un hipsicráneo humano de perfil ortognato e índice nasal leptorrino, con cabellos rulos.
"Excítame y te dejaré ir. Así que cómeme"
Al estar asustado, sorprendido y desconfiado de no volver a ser liberado, decidió comérselo. Mordió el lóbulo, sangró, mientras gritaba de satisfacción y placer. Le arrancó los cabellos. Gritó. Le arrancó los labios. Le estacó los ojos. Era bañado en sangre. Extrajo los tejidos hipodérmicos estacando sus dedos en los agujeros infraorbitarios y mentonianos. Sacó el rostro hacia atrás. La coció y se la comió. Empezó a lamer el cráneo. Aprovechó las suturas coronales para partir el cráneo en partes, sacando con cuidado el protuberante occipital, luego los parietales, el frontal y con el temporal sostenía el cerebro aún con la duramadre. Vio la meninges, esa capa delgada que protege nuestras ideas del mundo exterior. Ahora ya supo por qué la cizaña es más fuerte que el amor. Con su Farabeuf (y no su Elizondo), separó con cuidado la cisura longitudinal cerebral pudiendo ver el cuerpo calloso, pero con el objetivo de alcanzar alguna carótida en el polígono de Willis, un romboide vaginal en el cerebro, y cortarle el suministro físico al consciente, luego a los recuerdos, siguiendo con los sentimientos (hipotálamo). Arrancó la primera vértebra, y se la puso como collar, intentando ser el titán que dios no creó, sin poderes sobrenaturales. Sí, no nos dejó inteligencia, sino una ambigua lucidez. Quizás para ser héroes, cuya única característica adquirida es el talón de Aquiles de no ser libres nunca jamás. Extrajo los ojos, dejando la inmensidad vacía en los orificios orbitales. Desechó los músculos y los nervios. Tomó la masa cerebral. Después, lo tomó de sus manos y lo quemó en el altar junto al holocausto perpetuo, degeneración en generación como calmante aroma ante Elquenové. Es un holocausto, un manjar abrasado de calmante aroma para Elquenové.
En teoría ha sido liberado.
Mientras se limpiaba la sangre de la cara y de los dedos con su bufanda y el cráneo (o sus partes intentando ser otra vez) flotando encima de su cabeza, cuatro vidrios se levantaron perpendicularmente del suelo baldosado hasta dejarlo atrapado, como si estuviera en una cabina telefónica. Subió tan rápido que no le permitió alzar los pies como para intentar salir. Unas lucecitas lo iluminaban no permitiéndole ver la oscuridad de afuera. Podía ver para arriba: unos pájaros volando en W. Empezó a sentir frío, debido a una brisa potente, con fuerza playera o de montañas. Desesperó.
"Déjenme salir, ¿o a quién tengo que excitar?"
Percibió que esta especie de cabina se hundía en el suelo (un techo había aparecido para no dejarlo escapar). De pronto, sintió una excitación.
"Me van a enterrar"
En ese momento se acordó de otras personas que le habían dicho que querían ser como barcos para andar con una verga clavada todo el día. Se escuchaba tierra siendo lanzada contra la dicha supuesta cabina. "Et nomine Patris, et Filio, et Spiritus Sanctis. Amen"
Aumentaba su excitación, su sudor, su simulada iris dilatada (a pesar de la luz).
Se apagó la luz y se prendieron luces afuera, iluminando en contraluz, en ultratumba, en cenit, a un conjunto finito infinito de cadáveres, algunos recientes, otros ya muy secos, verdes y huesudos. ¡Qué placer, y no poder tocarlos por estar afuera de la cabina! Con pocas hebras, con mocos de la nariz, con la inmensidad llena de recuerdos perdidos en los ojos, con miradas fijas y estáticas, pensativas y filosóficas, narices caídas, guindando, lenguas negras maldiciendo la muerte, muertos con erección, muertas dilatadas esperando hombres desesperados, moscas volando, gusanos saliendo de los pezones. ¡Uf! Inevitable tener una erección. Y cruces, y ángeles tristes, con alas deprimidas, cuerpos largos, dinámicos y ceremoniosos, espadas, laureles, flores en las manos, largas vestiduras, aureolas pentagonales, escenas del último recuerdo, epitafios absurdos que el dedicado no leerá, lápidas con ligera forma de pene, rectángulos, triángulos, o una simple cruz para no olvidar su lugar. Y quietos los muertos, se acercaban chocándose contra el vidrio (no, no eran zombies, ni el amanecer después de mañana, ni la mina perdida, ni la resurrección del apocalipsis: todos estaban quietos, tiesos (los cuerpos), sin moverse), desmembrándose, dislocándose, acumulándose miembros verdes, pálidos, azules, morados, alrededor de la supuesta cabina.
Cuerpos desmembrados revelaban algún accidente automovilístico. Sangre fidedigna de un asesinato, del cual el asesino no fue encontrado, sino hasta cuando éste hubiera muerto. Uno (por no decir algunos) había muerto en la cárcel por haber violado menores de edad. Ni se diga de aquel que fue linchado por un grupo de forajidos, por haberse atrevido a tocar a una monja. Peor para aquel cura, que abusó de una cantidad infinita finita de niños (específicamente), y murió de un infarto en el exterior en una clínica privada, alrededor de médicos extranjeros, presupuestado por la Curia. Y otro que era pobre, murió de creer que estaba enfermo. Debió ser de nacionalidad francesa, porque español no hablaba. No creerán de aquella ambulancia que llevando al enfermo se fue puente abajo, porque un auto le cerró el paso. Seguramente eran sicarios. Digo, es la única forma de explicar lo sucedido. Aparte para darle un poco de publicidad al sicariato, y no pierda su renombre, ni popularidad. Aunque no hay que negar los vínculos oscuros que el medio muerto tenía. Había recibido varios balazos, ¿y no había muerto? ¡Tenían que quebrarlo a como de lugar! ¡Aunque cueste varias vidas más!¡Inocentes o no! Porque en esta vida, nadie es inocente de nada. Culpables de vivir, so pena de morir. De morir como un verdadero hijueputa, o como un careverga suertudo, pero la cuestión es morir. Así como esa damisela, si es que así se la puede llamar, que fue violada (muy cliché, pero no es culpa que sea tan recurrente; violan las reglas, las leyes, a las chicas, a los chicos, a las viejitas, a los animales, ¿quién más falta? ¿tú?) en pleno centro de la ciudad, por tres jóvenes desconocidos, que nadie supo de dónde salieron, ni ellos ni ella, porque qué haría una mujer como ella, de treinta dos años, empresaria, casada en proceso legal de divorcio, con dos hijos, cursando una maestría, a las tres de la madrugada en pleno centro de la ciudad. Fácil, huir del maltrato de su esposo. Ahí está por cojuda, violada en la casa, violada en la calle, violada en la prensa, violada en el juzgado (porque el juez, machista de por cierto al igual que las leyes, favoreció al marido), y violada quién sabe con qué en la cárcel, si es que llega a sobrevivir a tanta violación. Pareciera que ya le gustó el verbo encarnado. ¡Sólo falta que la viole dios! O el diablo, a según dónde vaya. Aunque es más seguro que al infierno, por ser cojuda; aunque en la tierra piensen que la hayan enviado al cielo, por mártir. Porque ya saben lo que dicen, dicen que el mártir, o te mata, o te mata. Te mata de la pena, o a punta de bala, pero te mata. Y así otro que había sido envenenado accidentalmente. Sí, mágicamente, el veneno voló del patio, a la comida del señor. Considerando que los futuros herederos de la fortuna fueron los hijos. Son coincidencias. Nada de qué preocuparse. Sólo hay que preocuparse de cómo morir, porque de morir, moriremos. Al menos uno, que es decente, y bueno con todos, plantea morir enfermo de viejo en un hospital, y dormido. No se siente ni cuándo se va el alma. Pero otros, que sienten el último latido, el último viaje de la sangre por el cuerpo, el último pensamiento, si es que habrán pensado en algo, o habrán estado en blanco, la última imagen del mundo. Adiós. En su casi orgasmo (retornando a Ricky), las luces se apagaron, revelando el sonido de un gran switch, o breque, para ciertos ignorantes lingüisticos.
Un teléfono sonó en la oscuridad, y se alzó. Alguien habló
"¿Te gustaría que te baje el cierre? ¿Que te lo saque y te bese en la cabecita?¿Y te haga un oral, mientras tus manos están sobre mi cabeza?¿Que cuando esté erecta la masturbe con mis tetas?¿O con mis axilas?¿O con mis nalgas?¿O con mis rodillas?¿O con mis codos?¿Dime, ah, te gustaría?¿Que te chupe las bolas?¿Que te saqué el pantalón y que me serruches?¿Te gustaría chupar mis pezones?¿Quisieras que te dé mi espalda?¿Que baje lentamente, mientras te muerdes el labio, mientras gimo?¿Te gustaría que me mueva más rápido? Está bien. Agárrame las tetas. Méteme los dedos. Déjame lamértelos. Sí, sí, así. ¿Quisieras terminarme adentro o afuera, o en la boca, o en los senos, o en los ojos, o en el cabello, o en las manos? Quisiera tu leche en mi cara. Sí. ¿Quisieras que me embarre? Está bien. Tloc. Tloc. ¿Te gustaría? Tloc. Pop"
Y así hablo en subjuntivo de un presente que no sucedería, mas en su mente. Sin evitar un hormigueo de placer en su piel al escuchar, al palpar esa narración como real. ¡Lo que puede hacer la mente! Engañarnos de que sucede lo que no sucede. Entonces tendría razón el creador de Ricky: sí sería posible, también, ser lo que no sé es, como se vio más adelante.
El teléfono que no había vuelto a sonar. Se contestó, pero nadie hablaba. Ese sonido, pensó. Su cuerpo, presto a la audición. Deseó entregarse. El único sonido que, al parecer, lo podía excitar, sexualmente hablando. No lo veía, pero lo veía (lo imaginaba). Lo veía infinito y a la vez finito, con forma, sin forma: un círculo vicioso. Lo veía elegante, antiguo, lujoso, de madera. Sonando con eco, marcando el principio y el fin. Era el pasar del tiempo del reloj. Ese tic-toc, que lo desesperaba (quizás no tanto como a otro un corazón latiendo), pero más lo excitaba. Era, perdón, es insaciable, incansable, multiorgásmico, sólo, aparentemente, ascendente. Ver que el tiempo, que no tiene forma, pero produzca sonido, le da la sensación que existe, que es posible reproducirse: ¡Oh, tiempo!
Se cortó la llamada al aparecer unos huecos en las paredes de la supuesta cabina. Por ahí entraba luz. Había sonidos de espadas. Empezó la acción y Ricky gritaba:
"No, por favor, no soy asistente de ningún mago faquir"
Por los huecos, entraban y salían penes, en todas sus dimensiones: rectas, curvas hacia arriba, hacia abajo, a la izquierda, a la derecha, gruesas, delgadas, puntiagudas, cabezonas, largas, cortas, venosas, macanudas, de cabello negro, café, rubio, pelirrojo, albino, de rulos, lacios, ondulados, vergas blancas y negras, negras y blancas, cafés, pálidas, velludas, lampiñas, bolas grandes, bolas pequeñas, circunscidadas, por circunscisar, de dieciséis años, de veintiocho, de treinta (no he especificado si años o centímetros), de cincuenta y ocho, duras, medias flácidas, precoces, lecheras. Entraba una, salía y por el mismo hueco aparecía una distinta. Entraban y salían, en desorden, al azar, aleatorio, mientras Ricky evadía a la una a la otra, a la de arriba, a la que lo cacheteó, a la que le dobló la rodilla, a la que enredó sus rulos con los rulos de él. Tros. Dejaron de salir, y él asustado, respirando fuerte, en la oscuridad, desesperándose. Vio cómo las paredes de las cabinas se prendían, como si de televisores se tratase. Era una bella playa, muy bien por su nombre, caravaggio. Arena blanca, olas altas, azules y oscuras. Un sol de las quince horas. Un cielo celeste, con ciertas nubes negras, negras. Y unas personas corriendo desnudas, hacia el mar, dejándose arrastrar por las olas, dejándose llevar hacia las rocas. Un bote, lleno de pescadores sentados, menos uno, se acercó y vieron cómo tocaban el bote, pidiendo ayuda. Ellos lanzaron la red del otro lado, y sacaron peces, o pescados, o animales marinos vivos a punto de morir por falta de agua. La oscuridad de la vela tapaba al protagonista. Uno de los televisores se apagó y se prendió mostrando la parte superior del marco de una puerta. Se apagaron las otras y se prendieron, mostrando una sala de hospital. Al frente de él, había una cama, con una paciente calva (seguramente era cantante, digo, por sus gritos sopranos) y un visitante desnudo, ya que se excitó al clímax al saber que a su prometida le quedaban meses de vida (máximo dos; sigue siendo plural) por su cáncer terminal con sífilis en el cerebro, sin contar con la gangrena estomacal, ni el corte hemofílico de su pulgar izquierdo. Se apagaron, y no se prendieron.
Una de las paredes se abrió dejando ver un cuarto de seis paredes, en cuyo centro había una mesa sin ninguna parafernalia, pero con una mujer de extrañas vestiduras. Al no tener una respuesta de él, porque aún no reaccionaba, prosiguió.
"¿Tú crees en el futuro, chico? Pues, io no creo. Si existe, quexista, pero io no creo. Pues, te recomiendo no creer, porqués como creer en el pasado. No se puedestar seguro, porque no sestuvo presente (a menos que sea un pasadopersonal y no ajeno). Ven, acércate, que no te voa comer. Siéntate, chico, pa leerte lo que te depara el pasado"
"¿El futuro no querrá decir"
"Viendo el pasado se sabel mañana. Pero, chico, ¿Por qué la palidez? No te asustes por la elefantiosis testicular e mi marido. Tampoco le tengas envidia. Él es literalmente una bomba de cañón, y realmente te llena, queasta derrama. Mirentre las arrugas y verás algo. ¿No te da ternura ver que tus padres te concibieron en cuatro? A mí me concibieron en las escaleras, según ellos porque querían un ijo con éxito, aunque pueser una bida descendente, a según como lo quieras ver. Que te sientes, chico. Alado tuio ay papel. Caga, límpiate y melo pasas. Asies como io veo. Nadesas ridículas cartas ni tazas e café, ni venas en los ojos, ni rayas elas manos, ni arrugas en el ano. Naadeso, chico. Io puedo sabel lo que pasará a través elas cagasones queaces. Pero, quesesto. En este papel, dice que vas a morir"
"¿Y cómo, de que manera, cuándo"
"iio que se, ¿Acaso soi adivina? ia te dije que leo el pasado, noel mañana. Plesta más atención, chico. Mejor, pásate otro papel. Ia, ia, ia veo un ombre aqui, es algo grave. Te busca por algo, pelo no puedo vel que. Creo qués polquestás en contra de lo planeado. No estás siguiendo lo predestinado. Es. Estem. Eh. Eso. ¿Qué? Métete bien el papel en el ano paque saques mielda. Mira ques triple hoja, chico. Eso, así, con sangre sies posible. Dice que tienes queuil aciel"
"¿No querrá decir huir de él"
"No. Aciel, porques la única forma deuir de algo: uyendo aciel. A, también dice que tienes que cortártelo" "Pero me gusta mi miembro genitivo"
"Genital, chico, genital. Que tienes que coltalte la cabeza delo bruto queres. ¿Tás seguro que testás limpiando la mierda del culo o la quete rebosa polas orejas"
"Mire señora seis chepas"
"¿Y cómo sabes que tengo seis chepas"
"No ve lo escuálido de su marido. Satisfacerla debe ser peor que a negra. Cuando termina con la última, la primera ya está lista para la repetición. ¿Porqué tengo que seguir lo planeado? ¡Qué clase de libertad hay entonces, si alguien, o algo, ya decidió por mí! Prefiero quedarme con mi estupidez, que es lo que me ha mantenido con vida hasta ahora"
Se levantó (no he especificado si el pantalón o él mismo: ¡Qué hermoso es no especificar!¡Guasamayo!) y se fue. La adivina del pasado (debe haber un término para ese oficio: ¿Historiador?) se levantó y vio donde estaba sentado Ricky:
"Este sies un veldadelo mieldero. Mearrecha cuando seolvidan bajala válvula. Tienes que seguilo planeado, polque sino el sistema lo usará en tu contra pacelo palte del plan"
Se fue por dondentró, perdón, por donde entró, y cerró la puerta, muy fuerte. Tan fuerte que las velas adentro de las paredes, cayeron, quemando todo en su interior, rompiendo los espejos del suelo, las pinturas enmarcadas del techo y las sillas de las paredes. Desesperóse.
“Libertad. Libertad: mis pelotas”
y cerró la puerta.
Luces afuera iluminaron a una gran audiencia de hombres, touching themselves, sentados observándolo, mientras lloraba y golpeaba los vidrios. Sufría, se desesperaba, y ellos loading, five loads, máximo twelve. Mocos salían tanto de la boca de él, como de la uretra de ellos. Mayor gritos y sufrimiento, lágrimas y arrepentimientos, mayor placer y orgasmos. ¡Qué humanos! Ninguno se le acercó a ayudarlo. ¡Qué humanos! Su amigo Jota solo lo hubiera contado como parábola, porque tampoco hubiera hecho algo. Y entre aquellos gritos, tristes y orgásmicos, en medio de un coliseo, destinados a Olimpiadas Sexistas, pudo romper el vidrio:
"Con el poder de en quién no creo"
Y vio un celeste placentero. No sintió brisa viniendo de afuera. Sintió tranquilidad. Rompió con rapidez y raudo para poder salir. Era un paisaje kandinskinesco, lleno de verdes opacos, celestes pasteles, blancos marfiles, amarillos ocres, violetas. Una manada de caballos salvajes con cinco patas corriendo hacia el barroco abismo. Morían entremezclándose con el mar, con los dientes al aire, y sus pelajes desprendiéndose. Pensando en Mateo 8: 31-32 caminó, pensando en el porqué las historias son narradas con los verbos conjugados en pasado si en realidad está sucediendo mientras el lector leer, aparte ni si quiera lo narrado ha sucedido en algún momento del pasado, a menos que sea una autobiografía o novela histórica. En su soliloquio barato fuera de sitio, lugar y no lugar, encontró un campo de hombres y mujeres, desnudos, acostados, sangrando.
"¡No sé si pobres los caballos o pobres ellos! Con tal que hayan estado conscientes de lo que hacían y sus consecuencias, su muerte ha sido responsable"
Miró a los lados para asegurarse que no haya ningún elefante o burro: puede que lo malinterpreten como uno de ellos, y ahí si fregado. De un burro ni la burra escapa.
Una no sentida ventisca trajo humo (se excitó sin dudarlo, más que antes) que se transformó en recuerdos del futuro donde un caballo cinco patas era retenido por dos hombres, mientras otro hombre estaba agachado excitado esperando.
"Tranquilo, tranquilo"
No he especificado a quién le decían que se tranquilizara. Una métrica verga café atravesó, lento y en seguida rápido, el recto en tan sólo tres penetradas. Aparte que terminó de terminar afuera, porque al parecer era precoz, una mezcla de semen y sangre salía de aquel nuevo agrandado hoyo.
"¡Para qué lo sacan! Igual moriré, déjalo seguir. Déjalo seguir si igual voy a morir. He de morir bien" Bien huequeado. Bien culeado. Se volvieron humo, y el mismo humo se volvió a convertir en un centauro y una mujer.
"Pero sólo la puntita"
"Sólo una penetrada"
No he especificado quién estaba negociando lo innegociable, porque igual una vagina iba a ser más perforada que un mal abortista. Ricky se preguntaba si le habrá llegado al corazón. Luego de lo sucedido, se hicieron humo, como todos aquellos que solo buscaban una satisfacción carnal, mas no sentimental. ¡Sentimientos a estas alturas de la vida y evolución! Basta ser ingenuo o inocente o raramente honesto, es decir brutobestianimal, para ir a la casa de alguien que esté solo y sólo conversar. ¿Y que no pase nada? ¿Quién es el iluso aparte del autor? ¿Ricky? Tal vez... No, es ingenuo imaginando cosas, como queriendo ser libre. Pero ya no, ni iluso, ni libre. El cielo celeste se abría como si fuera un terremoto, una gran línea entrecortada lo abría mostrando destellos en todas las variaciones naranjas, y a lo lejos, no tiritaban azules los astros, sino una pequeña gran multitud inofensiva. Un gran puño abría el cielo. Él era una pulga ante semejante magnificiencia.
“Yo soy el que soy, porque si fuera el que no soy, entonces no sería quien soy” (como se verá más atrás) El puño entraba y salía, dilatando el sangriente cielo. De pronto salió, y apareció una pera de enema por donde cayó agua. Era una hermosa, resplandeciente, caliente, placentera lluvia dorada. El brillo del sol formaba arcoiris (plural) en formas variadas.Todos abrían sus bocas para disminuir su sed. Sacaron jabones mientras se bañaban.
“¿En qué clase de adventura me han metido sin antes consultarme?”
Por sus palabras soeces y arrogantes referentes a la vida, pagó el precio del erebo. Entró el puño al cielo y del dedo medio de la mano con talco y crema, salieron chispas de electro-mecánica, prendiendo un árbol. Se incendió, pero seguía intacto. Los fuegos arrasaron los campos, las aves en el cielo volando en T, los animales terrestres, el agua, los cultivos de trigo, de amapola y marihuana; sin consumirse nada, en medio de suplicios, pero sin una misericordiosa consumación. Todos incendiándose. Todos, menos Ricky. Todo menos la dictadura. Caminaba viendo los cielos negros de humo. El fuego consumía el agua como si de algún hidrocarburo se tratase. La mano en el cielo llenándose de mancha negras, consumiéndose, los tejidos, los huesos, hasta quedar un hueco vacío, por donde el humo escapaba.
“Me pregunto si será una solución al calentamiento global”
Escuchó rugidos, y delante de éstos gritos de desesperación y violación. Desde el horizonte corrían desnudos hacia el otro abismo. De las llamas surgían personas (porque seres humanos no eran), más y más personas, siendo consumidas por el agua consumida por el fuego. Corriendo, pisando, empujando, mosheando, pateando, gritando, insultando, saltando, cayendo, buscando en el diccionario candaulismo, matando, implorando, rezando, suplicando, destrozando, muriendo. Despedazados al fondo terrenal del abismo, salpicaban sangre como Moby Dick botando agua. “There she blows, and damn yes, she does it good”
Había un círculo de personas, jugando. ¡En plena desgracia, jugando! ¡Que humanos! El reto era hacer la mayor cantidad de posiciones en un minuto. La pareja ganadora había hecho, primero, penetración anal de pie, luego ella puso las manos en el suelo y el alzó sus pies haciendo la carretilla, de ahí la levantó para hacer un sesenta y nueve, para proseguir con un beso negro, luego la paja rusa. La acostó y la penetraba alternadamente entre la vagina y el ano. La acostó encima de él, y ella daba vueltas sobre su pene. De ahí la acostó en el suelo, para hacerla patas al hombro, con una ligera variación de entrecruzando los brazos de ella con sus propias piernas. La puso de lado, continuando ella acostada boca abajo. Luego, ella se levantó quedando en cuatro. Se pararon, y la penetró en el aire. La arrimó a un mueble, con la cabeza de ella en el suelo y su cuerpo en el mueble. La penetró. El mueble desapareció y la penetró al revés, es decir, la cabeza de él en dirección a los pies. De ahí ya no pudieron más, porque a él le había dado un calambre en la verga. Sin saber razones, escuchó gritos hablados.
“Corre, o te corre. Te lo dejará como guarida de conejo. Te va a sacar mierda <
>”
Pensó que debía ser Ezequiel dando sus profecías pasadas, hasta que lo pudo divisar de entre las llamas. Era inmenso, era grande. Y no era solo uno. Eran más, pero sin uno. Pensó que era un árbol caminante, pero no. Como casi siempre, se equivocó. Impávido, entre correr y quedarse:
“Uy, dios mío”
Un humano (porque no era persona), pálido, escuálido, macilento, asténico, desnutrido, hético, tísico, mostrando sus costillas, sus huesos, las vértebras, el radio, el cubito, el fémur, sus coyunturas, los ligamentos, las venas de todo el cuerpo, y los pocos por no decir nulos pelos que tenía en la cabeza, a diferencia de los abundantes que tenía en la axila, caminando muy jorobado, dejándose arrastrar, con sus uñas marcando el suelo por donde ha pasado, con la boca suplicando, gritando en silencio. De su pubis, claramente depilado, sobresalía una verga porongosa de 12 cabezas, caminando, levantando y tirando personas (en sus dos sentidos), lanzando llamas, y no precisamente de fuego. Parecía extintor de fuego. Disparaba cinco veces la distancia de su cuerpo completo. Tiraba, escupía, cogía, amagaba:
“Sólo la puntita”
Cada cabeza con cuello medía sólo treinta centímetros. Una bestia destructora, capaz de hacerte sumiso, no más grande que el mismo ser humano. Todas erectas. Todas, excepto una: no tenía glande, y miraba al suelo. “Lo matarán por ser flácido y traidor”
Ése era la profecía de Isaías, pero el pueblo, mortal e ignorante no supo a qué se refería, porque la inspiración divina no pudo ser específica (a los escribas y exegetas), porque no estaba consciente que algún día comeríamos del fruto de la semiología.
Pero dicen, dicen que en realidad cuando le cortan el glande, concedía un deseo, o deseos. “Todos pueden decir, pero nadie haría algo”
Asumió que el flácido estaba cortado, por haber sido el más fácil. Sólo entonces recordó un libro que leyó (bueno, no leyó más que el título) algo así como Ensayo sobre la impotencia. Deseó que eso no se pegara, bajo ninguna circunstancia. El sueño a cumplir del flácido cortado: tener algunas niñas para su satisfacción, porque el victorioso había sido un viejo de doce lustros.
Una mujer corría hacia él argumentando:
"Le perdono la cara porque tiene buena verga"
El humano seguía su camino. Todos seguían a la carrera, sin línea final, ni premio, ni corona de laurel. Entre pies corriendo, escuchó una voz.
“Necesitas una gran espada”
Se iba a bajar el cierre, pero Ricky corrió hacia la bestia con la espada que luego había sacado de su bolsillo, pero el tercer glande lo cogió de la bufanda, y lo elevó. El sexto le sacaba las polainas y los zapatos. El noveno lo olía. El primero y el cuarto lo sostenían de los brazos. El séptimo lo miraba frente a frente con el objetivo de darle respiración boca a huevo. Los otros cogían y tiraban a otras víctimas, de un solo puntazo. Con espada en mano, cortó uno de los que lo sostenía. Lo botaron al suelo y encharcado, el humano, débil (aún más), se arrodilló frente a él, con mucho esfuerzo.
“Tomad y comed, éste es mi cuerpo. Bebed todos de él, porque ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Haced esto in memoriam meum”
Comiéndose el glande, con el más grande deleite, porque ya había desistido, de que su sueño de ser libre se vuelva realidad, y volviéndose parte de la nueva realidad, de llevarlo a otra nueva realidad: el mundo se empezó a transformar en una bella mansión, lujosa, antigua, moderna, chic, deportiva, iluminada, oscura, finita, etcétera.
Vio alrededor. Llegó a comprender que no podía salir: no hay puertas, no cedían las ventanas blindadas, no funcionaba el poder de en quien no se debe creer, ni tocar con el anular, ni el cortavidrio que sacó de su bolsillo. Se puso las polainas, pero no encontró sus zapatos. Vio por una penis shape window, una colina y en esa colina verde un hombre, junto a algunos. No, no era orgía. No, no estaban desnudos. Sí, no tenían ni iris ni pupilas: sólo venas.
Ricky 1
1 Su amigo Jota, hijo de la gran Eme
2 tomando en cuenta que hay 1.960 palabras que empiezan con eme, según un diccionario práctico de la lengua española latinoamericana,
3 sin contar las 47 posibles conjugaciones de los verbos con eme,
4 ni las posibles conjugaciones de la verbalización de los sustantivos,
5 habló en parabolas o parábolas, que en este caso lo mismo viene a dar:
6 “Dos mujeres querían sentir meado caliente en sus cuerpos.
7 La más zorra estaba dentro de su hogar
8 que en este caso viene a ser un burdel
9 (ojo que no todas las zorras quieren ser miccionadas, porque hay algunas que tienen dignidad y sólo se dejan penetrar),
10 y la otra estaba a campo abierto a la vista de todos y todas.
11 He aquí el precepto en cuestión:
12 ¿Quién es más libre de poder hacer complacer su deseo carnal bajo la gloria de su voluntad: la que está dentro encerrada o la que está afuera?”
13 Respondiole uno: “Mater teus”
14 Se levantó el marqués y le replicó dejándolo en ridículo:
15 “Más libre es la mujer de afuera que sin sentir vergüenza o contrición lo haga”
16 Desde entonces los discípulos tienen nuevo maestro que crucificar.
Ricky retrocedió al darse cuenta de lo libre que era y se sentó en las escaleras de vidrio. Pensó, y vio que debajo de él había un hombre con un cuervo en el hombro. Se saludaron, y cuando Ricky alzó la mirada vio que al lado suyo estaba sentado el marqués. Y un hombre haraposo parado del techo, en el techo, desde el techo, o con los pies en el techo y la cabeza hacia el suelo, le ofreció un cigarro. Saludaron.
“Cogió a la gallina vieja, levantándole sus alas”
Ricky sacó de su polaina la grabadora:
“La penetró, borracho, y ella atacando excitada:
es mejor la gallina vieja en el acto, que en el caldo.
Porque aquel miembro circuncidado serviría de más,
para la prostituta acucullofílica de profesión y naturaleza,
exigiendo a sus compañeras macrofílicas el perdón de eternidad,
por tener rotos los zapatos para sus clientes de altocalcifilia.
Se basaron en que adán y eva eran outdoors fans.
Con el argumento de cargar en el bolsillo, sólo la necesidad,
él, un chico Edipo con indicios y signos de matrilagnia,(aunque no la tuviera, porque sólo tuvo padre, eso podría ser el origen y explicación de la justificada patrilinealidad judía)
optó por buscar en el castillo, basílica una geisha,
y poder practicar, situaciones inherentes a la vida,
karezza, kagaseya, kabbazah, tamakeri sin patada.
Dijo a su nuevo reinado, que sería él quien gobernará
hasta que al tiempo, junto con él, le llegue el final.
De su pueblo, vio cómo un hombre a otro, lo penetraba,
no, como normal a través del ano, sino a través de la uretra.
Vio cómo un hombre tenía relaciones con la maja desnuda:
había hecho un hueco improvisado a la altura de la vagina.
Vio cómo las mujeres hoplofílicas les gustaba la dictadura.
Decidió tomar una y sólo una decisión referente a la parafilia:
Sí, lo admito, soy capnolagnio
La plebe se arrodilló y se inundó en humo memorial, real.”
Y el marqués rió. El del cuervo también. El harapowski se incluyó. Ricky sólo sonrió al no entender el chiste (así no entendía otras cosas, y aunque se las explicara, mintió que entendía, porque la verdad era otra). ¡Una bestia! ¡Qué humano! Le habían mostrado una verdad desconocida. Empezó a anochecer adentro, y vio fuertes sombras en sus rostros. Había en el techo una corriente de agua continua, sin caer, pasó por ahí JN 6: 17-19, MT 14: 22-33, MR 6: 48-50, pero no LC, ¡qué raro! (ajá), y luego se empezó a hundir harapowski. El cuervo voló en círculo para salvarlo, mas no pudo.
Mientras se hundía, aparecía por el suelo; el barco se estrelló contra la pared, dejando a merced de la muerte a sus navegantes. Ningunó apareció por el suelo.
Harapowski bajó de su boca el cáliz con cerveza, y miró a todos.
“¿Usted prefiere el vaso medio vacío o medio lleno?”
El marqués levantose, porque ya estaba de pie, y miró a todos.
“De su capacidad total, prefiero la mitad”
Sin que nadie le preguntara o consultara, habló el dueño del cuervo, señalando con el índice a harapowski. “Lo que puede hacer tu presidente democrático, del país dictador oligarca monárquico, es coger su <
> y clavárselo como a Palomino Molero, porque es como Jota, que también les prometió a los judíos salvarlos del yugo imperialista romano, pero en realidad sólo cambiaron de personajes, porque ni de nombre cambiaron, porque igual eran romanos los que en los siguientes quince siglos dominaron. <>… <>: mis pelotas”
Basándose en su premisa surrealista de lo que le ha acontecido, Ricky replicó:
“Todo está en constante transformación”
El cuervo voló hacia el hombro de Ricky y ahí, posose.
Luego, entre tanto, entonces, después, antes, en un muro detrás adelante, había un gran huevo (de gallina, no de humano) sentado en el borde, balanceando sus pies en el aire.
“Qué rico huevo”
Una muchedumbre de mujeres corrieron hacia él, quitándose las ropas.
“Tómame a mi”
apretándoselas
“Pásame el huevo”
metiéndose las manos
“Hazme tuya”
Y el huevo sólo cogió su reloj de bolsilo, vio la hora, ajusto su lente en el ojo derecho, y rió, como una especie de papá Noel de centro comercial diciendo que el verdadero significado de la navidad era el nacimiento de Jota. Pero el marqués lo interrumpió.
“El día de navidad, antes de la navidad se celebrará El Festival de Saturnalia: SOL INVICTIS”
En fin, como sea, como seguía, no interrumpas, el huevo se avalanzó contra ellas, matando a algunas por su peso, y dejando que otras se le monten, quitándole la ropa, las joyas, la lujosa parafernalia, dejándolo como es un ser humano. Con él, y cada una de ellas practicaron las treinta y tres primeras posiciones del kamasutra. Ya no pudo la treinta y cuatro, porque una belonefílica, sin medir las consecuencias (lo que hace el placer, ¿o la desesperación?), ¡qué humana!, lo mató.
Y dijo el del cuervo.
“Bah, mejor es todos aquellos jueces amaurofílicos, de verdad y naturaleza, que siguen a la justicia”
Pero Ricky, que no había contado ni consigo mismo, optó por narrar su versión de los hechos.
Ricky 2
1 Estaban cuatro albutofílicos en una bañera,
2 y digo cuatro, en números arábigos y no románicos,
3 no vaya a ser como la disputa de que en árabe el primer día de reinsurreción es el sábado, y en los románicos, el primero es el viernes
4 tomando en consideración el ignorante, que en los números romanos no hay cero, ni fracciones, ni decimales, ni mitad, ni negativos, ni infinitos, ni irracionales, ni pi, ni e, ni número de oro, ni 1.618, ni que la suma de los ángulos internos de un triángulo es tres sesenta grados.
5 Unos totales ignorantes estos romanos, al igual que los romanos que dominaron en los trescientos setenta y cinco lustros venideros,
6 excepto Da Vinci, Dante, Maquiavelo, Giodarno Bruno, Caravaggio, Michelangelo Buonarrotti; tal vez Donatello.
7 Aclaradas las dudas, dos de los cuatro albutofílicos, pelearon por el jabón,
7 que ella lo cogió primero,
8 que tiene los vellos púbicos de él
9 que ella se baña rápido
10 que él quiere ser el primero
11 y entre ese tire y jala, ambos se excitaron por andar peleando, que decidieron que la agonofilia podría mantener su relación feliz y duradera.
12 Rousseau se preguntó si los políticos no fueran agonofílicos, el mundo tal vez podría ir mejor. 13 “chucha tu madre, sácate la puta ropa”
14 pero la chica era decente, sólo quería un creampie
15 “cállate perra, y mámame la verga”
16 pero ella era decente, y prefería el bukkake
17 “concha, que la tengo erecta, agarrá y chupala”
18 pero esto iba a ser efebofilia
19 “deja meterte la mano en la chepa, y verás cómo mamas”
20 y la levantó cratolagniamente, que ella sumisa, como la genuflexada Quil, se dejó hacer y deshacer todo lo expuesto.
Y el marqués aconsejó y advirtió, refiriéndose a cualquiera que leyera.
“Cualquiera que quiera hacerme, deberá tener experiencia de años, como faquir, en deep throating, porque yo hago una especie de fisting, atrás o adelante, pero con la verga”
Retumbaron las paredes. Crugieron. Empezaron a quebrantarse. Todos tuvieron miedo, todos menos uno. Es el pasado de un futuro, sin darle la debida o perteneciente importancia, continuó el marqués.
Ricky 3
1 Érase más de una vez, tal vez enésima vez, o mejor:
2 Érase comolosdecimalesdepi vez, un sacerdote homilofílico, como supuestamente lo era Hitler, 3 les habló a sus ovejas,
4 porque en realidad eran ovejas, en la Basílica Superior Menor de las Alturas Inferiores.
5 “Él ha dicho: <
>
6 Y así debe ser. Dejad que los niños vayan a los imitadores oficiales reconocido socialmente de Jota”
7 Una de las ovejas niñas habló en lenguas:
8 “Haptosis, haptosis
9 prior escrotista,
10 altar espectrofílico
11 Jota estigmatofílico
12 kids matutolagnia
13 atrájonos con kokigami
14 ninfofilia, nefiofilia
15 nanofilia, nepiolagnia”
16 Y así fue cómo la curia pirolagnia condenó a la niña oveja juana de arco, por hablar mierdas. 17 El ladrón juzga por su condición.
Admirados, sorprendidos y asustados por el resquebramiento de las paredes, continuó harapowski.
Ricky 4
1 Estuvieran eva, adán y caín en el paraíso.
2 Eva y adán, y no adán y eva, para evitar problemas con las feministas a pesar de que suena más bonito y rítmico y dinámico la segunda y no la primera.
3 Hubieran parido a Set, una mujer.
4 Y estuvieran cuatro en el mundo plano aún no esférico: eva, adán, caín y set.
5 Era su obligación natural, mas no moral de reproducir a la humanidad sin llegar a la superpoblación, ni a la extinción.
6 Como dizque tuvieran que cumplir órdenes superiores de amigos imaginarios, tuvieran que reproducirse.
7 A como de lugar.
8 Naciera Kroez de caín y set.
9 Naciera Ztris, Mras, Drez, Zaddres y Elén de adán y eva
10 para luego reproducirse con caín y set
11 y luego entre primos paralelos
12 y luego entre primos cruzados
13 y por ahí nació Huáscar, pero lo escondieron.
14 Todo esto hubiera sucedido
15 hubiera sucedido hace miles de años antes de la Jota, o de la Ce,
16 si adán y eva no fueran los padres del mundo, y caín no hubiera ido a otro pueblo, porque ello habría significado que adán y eva no eran los primeros padres.
“Ignorante. Tus argumentos carecen de sentido. Caín fue a otro pueblo, luego de matar a abel; y ahí conoció a su mujer. Y como aún no había nacido Set, y la única mujer era Eva, con ella se reprodujo. Con su propia madre, y no con su hermana, bruto”
Se preguntarán lo que sucedía afuera, y es oportuno explicarlo pero no decirlo. Había un segundo piso con personas en el primer piso. Arriba, había un retrete, cuya cañería daba al vacío, justo encima de las personas, abajo. Un hombre gordo se sentó, masturbándose, y luego recibiendo sexo oral, mientras defecaba. ¡Qué doble placer! Para él. Y abajo las personas, ¡triple placer!, embarrándose entre ellos.
“Tienes un choclito en el labio”
sonriendo con manchas cafés en los dientes, arrodillándose en el suelo, "¿Sabe rico, no? Hace días que no como, pero mierda"
"¿Me das un poquito de mojón? El mío está muy estreñido, y no tengo con que resbalarlo por la garganta. Muchas gracias"
“El mío es vegetariano. Mierda verde”
“A mí me gusta con hemorroides, arta sangre”
“Prefiero la de ancianos, más sana y suave”
“Aunque la de niños, recién están practicando a mierdear”
“Creo que me tocó un albino. Mierda blanca”
lanzándolo a quienes aún no les llegaba ni el hedor. Acostándose, dando vueltas, como si estuvieran en lodo curativo, o como si estuvieran quemándose, y dándose vueltas se salvarían. Me pregunto si la mierda tendrá propiedades curativas; lo dudo, porque son los desechos del cuerpo, aparte porque hemos estado tanto tiempo embarrándonos de mierda, que yo no le veo una ligera luz de esperanza. Ni de limpieza, tampoco. Y siendo ellos felices, llegó Jota, mirándolos por sobre el hombro. Hizo un chasquido de látigo con los dedos, y el fariseo Jota dijo que el traidor estaba en esa mansión. Debía recibir la pena máxima, pero como él es muy misericordioso, al igual que su amigo imaginario, sólo lo crucificarían. Todos sacaron de sus bolsillos trinches, palas, palos, antorchas. fuego, martillos, hoces, y un largo etcétera de herramientas, para dirigirse en caravana hacia la mansión.
“¿Y porqué le obedecemos sin cuestionar? ¿Qué mal nos ha hecho?”
“Porque si no obedeces, tú serás el mal”
Siguieron hasta golpear la pared. La rodearon. Entraron por la bodega de la comida. Se encontraron con que las puertas interiores estaban cerradas, y al tumbarlas se encontraron con un pasillo que al final tenía otra puerta, que al tumbarla, tenía el mismo pasillo exactamente, y al ver hacia atrás o adelante, era como estar uno en medio de los espejos frente a frente.
Los tres le hicieron la seña de venir a Ricky, y fue hasta una puerta adornada con tréboles vivos, no en putrefacción.
“¿Qué hay detrás de los vivos?”
Y abrieron la puerta, y subieron las inmediatas gradas hasta llegar a un cuarto en blanco, en cuyo final había una puerta adornada con tréboles vivos, no en putrefacción.
“Alguien ha estado aquí, miren, hay pisadas… aunque esa pisada es del tamaño de mi pie. Esperen, es mi pie. Pero… no recuerdo haber estado aquí”
El marqués susurrole.
“Bucaram, Mahuad y Lucio”
“¿Quiénes son ellos”
Regresaron por donde vinieron hasta llegar a la Gran Sala. Siguió sin acordarse. Vieron el rostro misericordioso de Jota por la ventana, con tres venas en la frente. Prosiguieron
Ricky 5
1 Habrán cenado Jota y sus biscípulos, y luego habrían ido a la sinagoga, a calentar puesto con su inconsciente, y no subconsciente: a rezar.
2 Un hombre con burka intentó entrar, pero Jota húbole negado la entrada.
3 Pedro hubo de defenderlo: “Pero es un ser humano, mi Señor”
4 Jesús habrá replicado: “Su fe lo ha condenado”
5 Santiago habrá alzadose en voces: “No lo conozco, pero doy fe de sus actos. Es bueno”
6 Se habrá limitado a decir: “Mi palabra es la salvación”
7 Nadie habrá de contradecirlo.
8 Luego, luego y no antes, habrá intentado entrar una простйтутка, de nombre la Magdalena, pero los sumos sacerdotes la habrán detenido, porque tenían que lapidarla según la ley de sesiom.
9 La habrán llevado frente a Jota, para oír que habrá de decir.
10 “Yo no he venido a abolir la ley de mi Padre, sino a darle su plenitud”
El del cuervo aprobó su participación y continuó con su historia, a pesar de los ya cercanos pasos y gritos de gente (si es que lo eran) queriendo entrar, escapando del laberinto de puertas.
Vieron en el agua un altorrelieve, muy alto en realidad de una mujer con pene. No, no era transexual, es distinto. Ésta, o éste, depende de cómo se considere a sí misma/o (no soy balzac, peor dostoievsky para saberlo) nació con el pene . Imaginen su erección entre las faldas. ¡Cuántos mal entendidos! ¡Qué perturbador para un homosexual pasivo ser penetrado por una mujer. Luego, a falta de conjugaciones ilativas, apareció un hombre con vagina. No, por favor, otra vez no, no era transexual, es distinto. No fue a cuba a operarse. Ni a tailandia, ni a francia. ¡No! Así fue creado por el amor de dios, pero lo interpretaron como obra del demonio. ¡A dónde vamos a parar con darle significado a las cosas! Bien, ¿Se conocieron? Sí. ¿Culearon? Sí, que eso era lo importante. Un caballito de mar humano. ¿Cómo vivieron si muchos los negaban y condenaban? Fácil, en su imaginación.
Ricky 6
1 Amanecerá un día soleado.
2 Tomará un viaje a otra ciudad; a una desconocida.
3 Sí, con seres humanos. También con personas.
4 Se bajará, llamará a esperar.
5 Shall be taken to the top of a building.
6 Y desde ahí verá la desgracia, pasada y por venir.
7 Shall be convinced of doing certain things.
8 Una especie de posición, como saliva en el ojete, asterisco mojado, o baba en el hoyo, o baba-hoyo, o como quiera ser reconocido subsocialmente.
9 Si bien es cierto no quiso, pero no hay nada que besos y caricias no puedan convencer. 10 Con el arca abierta, hasta los justos pecan.
11 Las ropas se fueron. Entre punteo y serrucheo.
12 ¡Qué anticuados al no ir al grano!
13 Al por fin dejarse, buscó cualquier crema, a falta de ca ye.
14 ¡Las cosas que la desesperación hace!
15 A falta de crema, capaz usarán sabila. Mientras más natural, mejor.
16 Habiendo terminado adentro, con los tantos peligros que habrá, caminó con sus piernas temblando, como si quisiera correr,
17 pero en realidad quiso sentarse.
18 Se vestirá, sonreirá, fingirá que le gustará.
19 Dirá adiós (o dirá a dios) y nunca más se verán.
Estuvieron consolando a harapowski. De su nostalgia brillaban recuerdos, vívidos, mefíticos, pero al fin y al cabo: recuerdos. Para bien o para mal, recuerdos. Son memorias del futuro que quiso cambiar. ¿Y si hubiera hecho esto, habría pasado aquello? Verbos subjuntivos, inútiles, que terminarán siendo aceptados como pretérito del presente. El vaso de cerveza, helado, con ligera espuma, se regó sobre el cuerpo acostado de harapowski. Lágrimas mezclándose. Ambos causantes y consecuentes de recuerdos y memorias que pasaron, pasan y sólo si el individuo quiere, sucederán, con mucha más certeza afirmativa.
Del mar del techo salió Jota, y un haz de luz iluminó toda la Gran Sala desde la pared. Luego, de un gran hueco (en la pared obviamente, aunque hubiera sido mejor no especificar, hubiera hubiera bla bla) entraron todos los coprofílicos. Corrieron en todas las direcciones (como si la mierda no los dejara ver), porque no sabían a quién coger. Al verse el marqués rodeado, y encontrado por Jota, de su boca salió un suspiro con el que desapareció en el exacto instante en que todos pestañearon.
"Arrepiéntete por sustentar la oficliofilia de eva"
Nada se pudo, no lo encontraron. Torturaron para saber su locación, pero nada.
“Con su permiso”
Se escuchaba que alguien se lavaba las manos.
“No me soy culpable por la muerte de este hombre”
Jota levantó sus manos, y del suelo apareció el marqués crucificado en una ache de madera. No habiéndoles dado el gusto, sonreía ensangrentado, sin mandíbula, diciéndoles sus verdades históricas, con sus manos mojadas. Y Jota, como la historia, con los ojos abiertos, desapareció en el recuerdo del polvo.
Ricky vio por el día de la ventana y ahí Ricky vio otra vez a la oveja, y se sorprendió de ver sus ojos verdes. “Si yo fui el principio, he de ser el fin”
y Ricardo pudo salir de la luz para poder entrar en la oscuridad: