viernes, 7 de mayo de 2010
Sus amigos imaginarios
Estebancito, de no más de 8 años, está en su cuarto, riéndose solo, escuchando voces. Su madre entra preocupada porque no es la primera vez que lo ve riéndose solo, ni hablando solo.
Madre: He visto que hoy en la mañana jugabas en el patio muy alegre con la pelota. Eso es bueno. Pero he oído que hablas solo.
Esteban: No hablaba solo.
Madre(sonriendo): ¿Y con quién hablabas? ¿Con algún amigo imaginario?
Esteban: ¡No es imaginario! ¡Es real!
Madre: ¿Ah, sí? ¿Y cómo se llama?
Esteban: Jesús
Madre: ¡Interesante nombre! ¿Y qué hacen?
Esteban: ¡Jugar!
Madre: ¿Y qué juegan?
Esteban: A repetir la misma frase, una y otra vez. Y el que la diga con mayor sentimiento, gana.
Madre: ¿Y le has ganado?
Esteban: ¡No! Dice que me ganan otras personas.
Madre (preocupada): ¿Otros?¿Mas? ¿Cuantos son?
Esteban: Somos muchos. No me sé los nombres de todos, pero sí de la mayoría. Uno se llama Santiago, el otro Judas, ootro Judas, Juan y el favorito de él es Pedro.
Madre: ¿Favorito?
Esteban: Sí, son mejores amigos.
Madre: Interesante.
Esteban: Sí, ya me presentó a su madre. Se llama María.
Madre (curiosa): ¿Y su padre cómo se llama?
Esteban: No tiene padre. Murió cuando él tenía 13. Y no era su padre, sino padrastro, porque ella es virgen. Dice que fue concebida por una paloma.
Madre: Obvio que fue concebida por una paloma. A lo mejor una de este vuelo, que con razón ni se acuerda.
Esteban(confundido): ¿Qué cosa, mami?
Madre: No, nada. Y... Sigueme contando de los amigos.
Esteban: Ah sí. Dice que cada uno de nosotros tiene un protector. Se llaman ángeles, y son hombres con alas que nos protegen cuando estamos necesitados.
Madre(sonriendo): Yo ando media necesitada.
Esteban: Entonces, llámalo, ¿te lo presento?
Madre: ¡No, no! (ríe). ¿Cómo se llaman?
Esteban: Ehm... Los principales se llaman, miguel, rafael, gabriel, ariel...
Madre: ¿Todos hombres?
Esteban: Si.
Madre: ¿Ni una mujer?
Esteban: ¡No!
Madr (preocupada): Peculiar...
Esteban: Si, en el principio, solo era el Gran Señor. Un Señor Buenísimo, buenísimo, amable y sus ángeles.
Madre: ¿Un Señor rodeado de puros hombres?
Esteban: Ajam, mamá, ¿qué tiene?
Madre: No, nada. ¿Y cómo se llama este Gran Señor?
Esteban: No, no tiene nombre. Simplemente lo llaman Señor. Y dice que cumple todo lo que le pidamos.
Madre: ¿Ah, de verdad?
Esteban: Sí, mami.
Madre: Mmmm...
Esteban (emocionado): Y dicen que antes que nosotros nazcamos, todos ellos vivían en el cielo, hasta que uno quiso ser el Gran Señor, y lo mandaron a un lugar específico a él y a quienes lo apoyaban.
Madre (muy pensativa): ¿Y todos hombres?
Esteban: Sí, mami, ¿porqué la pregunta?
Madre: No, por nada. Sigue. Pero, ¿acaso no es orgullo, soberbia, capricho, dictadura, autoritarismo el hecho de no permitir a otros ser iguales a uno, y encima desterrarlos de la felicidad hacia la desgracia?
Esteba: ¿Qué es capricho?
Madre: No, olvídalo, mijo. Estoy hablando para mí mismo.
Esteban: Ah, bueno. Si quieres le pregunto a Jesús.
Madre: No, déjalo ahí no más, sígueme contando.
Esteban: Mmnmm, y que están en una constante pelea. Y quiere quitarle el poder al Gran Señor.
Madre: ¿Y quién va ganando?
Esteban: No sabría decirte. Esa parte no me ha dicho Jesús, pero ya le preguntaré, mami. ¿Te quieres unir?
Madre: No, mijito. Mejor andá a seguir jugando que voy a conversar con tu padre.
Esteban: Sí, mamí.
(la madre al fondo, pensando)
Narrador: Sabiendo que los mitos, y la imaginación de los niños se remonta a su subconciente, y de cómo éstos perciben el mundo, la madre piensa en el porqué de su hijo piensa de esa manera, y el mundo imaginarios lleno de hombres y de pelea política.
(Sale la madre, y el padre, ocupado, está en una oficina. Ella entra preocupada.)
a las
10:02 a. m.